Evangelii Gaudium
Es evidente que la exhortación Evangelii gaudium, que hoy presentamos, requiere una lectura profunda, teniendo presente el tiempo y los diversos temas desarrollados por el Papa Francisco en estos pocos meses de su pontificado; ésto sin olvidar que, siendo la primera Exhortación, es fácilmente comprensible que contenga también una lectura, no solo de este primer año de pontificado, sino de un camino pastoral más largo, en el cual han surgido algunos de los problemas que presenta la Exhortación. De hecho, hemos acompañado al Papa Francisco en estos meses de pontificado a través de discursos, homilías audiencias, intervenciones varias, muchos de los cuales han hallado puesto en Evangelii gaudium, así como otros discursos del Cardenal Bergoglio antes de su elección como Obispo de Roma.
Además en el desarrollo metodológico de nuestro comentario, nos hemos dado cuenta, ya desde el comienzo, que nos hallábamos ante un documento dialógico, testimonial donde la narración toma el puesto de la lección y de la enseñanza doctrinal. Pero la narración necesita espacio, no se puede resumir fácilmente, porque la conclusión y la enseñanza dependen de la narración completa. Esto crea dificultades para cortar y seleccionar textos, sea de la Exhortación, sea de otros documentos en los cuales se apoya. Pedimos al lector un poco de paciencia. No es fácil esquematizar los temas propuestos por Francisco y leerlos a distancia; es necesario acompañarlos desde cerca, pertrechados del estilo simple y directo usado por el autor. Es un estilo conversacional, abierto, de cara a cara, no documental en el sentido clásico. Es una exhortación que envuelve; no se puede permanecer en un estudio frío, hecho a distancia, sino que hay que participar.