«Con la fuerza del Espíritu, signos de esperanza para la Iglesia Universal»

Del 20 al 22 de junio de 2025 se llevó a cabo, en la sede nacional de las Obras Misionales Pontificio Episcopales (OMPE) en la Ciudad de México, el II Encuentro Misionero de Seminaristas Teólogos Diocesanos, con la participación de seminaristas provenientes de distintos seminarios diocesanos del país.

Convocado por OMPE a través de la Pontificia Unión Misional (PUM), en colaboración con la Dimensión Episcopal de Misiones (DEM) y la Comisión Episcopal de Vocaciones y Ministerios (CEVyM), el encuentro, cuya organización estuvo coordinada por el P. José de la Cruz Hinojosa, MCCJ, tuvo como propósito seguir suscitando en los futuros sacerdotes un compromiso profundo con la misión universal de la Iglesia. Con el lema «Con la fuerza del Espíritu, signos de esperanza para la Iglesia Universal», este espacio formativo, celebrativo y fraterno buscó fortalecer la identidad misionera de los seminaristas y su disposición a ser verdaderos testigos de Cristo entre los pueblos.

La jornada inaugural contó con el mensaje de bienvenida de Mons. Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, MG, seguido por la presentación del equipo OMPE y una completa inducción a las Obras Misionales Pontificias, a cargo del P. Joel Ibarra Sotelo, Hna. Virgen Daniela De La Cruz Del Ángel, O.V., Hna. Gloria Guadalupe Hernández Hilerio, EMJ, y P. José de la Cruz. La jornada culminó con la celebración eucarística presidida por el P. Antonio de Jesús Mascorro Tristán, MG, Director Nacional de OMPE México.

Durante tres días, los participantes vivieron un programa integral que incluyó momentos de formación, testimonio, oración, convivencia y proyección pastoral.

Destacaron las ponencias sobre la pastoral como servicio de comunión y misión, así como la presentación del CAM6 Puerto Rico 2025 y del proceso hacia el Post-CAM6 Costa Rica 2026. También se contó con el valioso testimonio del P. Raúl Nava, MG, quien compartió su experiencia misionera con gran cercanía y profundidad.

La dimensión espiritual estuvo muy presente con la celebración diaria de la Eucaristía, la liturgia de las horas y la oración del Ángelus, permitiendo que cada jornada fuera vivida en clave de discernimiento y envío misionero. Además, el encuentro propició espacios de convivencia como la noche de cine, actividades deportivas y una cena fraterna al aire libre.

El domingo, último día del encuentro, los seminaristas compartieron las experiencias de animación misionera que realizan en sus respectivos seminarios, lo cual enriqueció la reflexión colectiva y permitió formular acuerdos concretos para seguir fortaleciendo la dimensión misionera en la formación sacerdotal. El encuentro concluyó con una solemne Misa de Clausura en la Basílica de Guadalupe Antigua, presidida por el P. José de la Cruz, con la participación activa de todos los asistentes.

Agradecemos a cada uno de los participantes por su entusiasmo, disponibilidad y espíritu fraterno, así como al equipo organizador por su entrega generosa. Este encuentro ha sido, sin duda, un signo vivo de esperanza y compromiso con la misión evangelizadora de la Iglesia.