Tu Palabra es luz para nuestro caminar

La Sagrada Escritura ilumina la vida pastoral porque va a la raíz. No ilumina sin más nuestra realidad pastoral; eso sería adjudicarle un valor secundario y superficial. Decimos que ilumina porque en ella encontramos las razones verdaderas de nuestra esperanza, las causas y consecuencias profundas de los problemas más apremiantes así como las auténticas soluciones a las interrogantes legítimas de cada ser humano.

Cuando deseamos iluminar a fondo la realidad desde la Sagrada Escritura nos damos cuenta que necesitamos una nueva y mejor manera de ver los textos bíblicos. Y es que, en ocasiones percibimos que lo que afirmamos que dice la Biblia, además de parecer lejano a nuestra vida cotidiana, es irrelevante. De ahí que cuando leamos la Biblia para ir a la raíz de nuestra vida no olvidemos lo que nos sucede: lo bueno y lo malo, las preguntas y las certezas, los aciertos y los errores, las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias. Y es que sabiendo a fondo lo que nos pasa leeremos la Sagrada Escritura con mejores ojos; no para hacerla decir lo que se nos antoje, sino para que su mensaje ilumine y fortalezca vidas y procesos comunitarios reales.

Con razón el Papa Benedicto XVI nos ha exhortado a reconocer que, en el diálogo con Dios a través de su Palabra, “nos comprendamos a nosotros mismos y encontramos respuesta a las cuestiones más profundas que anidan en nuestro corazón (…) Por tanto, es decisivo desde el punto de vista pastoral mostrar la capacidad que tiene la Palabra de Dios para dialogar con los problemas que el hombre ha de afrontar en la vida cotidiana” (VD, n.23).

Pero ver la Biblia desde nuestra propia vida no significa en modo alguno calcar nuestra vida en el texto como si nosotros fuéramos absolutamente idénticos a las personas de los tiempos bíblicos. Así como es importante que leamos la vida a profundidad es también indispensable que captemos de manera profunda lo que dice la Palabra de Dios. Ambas realidades son sagradas; no se puede entender una sin la otra pues cuando alguien lee la Biblia sin la vida, cae en el intelectualismo o espiritualismo, pero cuando se lee la vida sin la Biblia se puede caer en el subjetivismo o en una especie de humanismo ateo.

En esta doble convicción se ubica el presente material que hemos titulado “Tu Palabra es luz para nuestro caminar; itinerarios de encuentro con la Palabra a través de la Lectio Divina para iluminar nuestra realidad pastoral”. Se ofrece como un sencillo y modesto apoyo para, que en las asambleas o encuentros pastorales, se facilite la iluminación de nuestra realidad desde la Palabra de Dios. Pero esto es solo un apoyo, una modesta ayuda que en ningún momento deberá suplir el encuentro personal/comunitario con la Palabra; tampoco se deberá convertir en una especie de tema bíblico lo aquí expresado.

El material consta de ocho itinerarios de encuentro a través de la Lectio Divina; hemos procurado presentarlos de tal manera que tenga cierta interrelación y progresividad para que pueda ser de más utilidad. Al final se ofrecen dos pequeños apéndices; una breve explicación de los pasos de la Lectio Divina y la oración sobre la Palabra del Cardenal Carlo María Martini.

Dios quiera que lo aquí presentado sea una pequeña ayuda para que “la Biblia no quede como una Palabra del pasado, sino como un algo vivo y actual” (VD, n.5)